Sábado 31 de octubre de 2009
¿Cuánto cree que vale su dedo roto?, seguramente no lo había pensado. Pues ellos sí. Se trata de "los Rompehuesos", médicos y abogados denunciados en todo el país por simular accidentes para cobrar luego grandes fortunas a las aseguradoras. Algunos los creen “unos avivados”, otros se refieren a ellos ya como “una mafia”; lo cierto es que hasta operan en Corrientes.
Lejos han quedado las profesiones dignas. Si en algún momento pensó que especializaciones como las de medicina o leyes podrían alejarlo de las “malas costumbres” se equivocó. Hoy, hasta médicos y abogados son denunciados en todo el país por engañar "al sistema" y hacerse de grandes partidas de dinero simulando accidentes sobre los que las cortes fallan a favor de las supuestas víctimas, sus representados.
Los más preocupados por la proliferación de esta "nueva profesión" obviamente son los abogados defensores de las aseguradoras que tratan de probar sin éxito tamañas farsas, pero al fin deben pagar. Y entre discusiones, el rango de acción de este tipo de hechos se expande poco a poco por el norte argentino.
En Córdoba ya la llaman mafia y en Buenos Aires la asocian a redes de estafadores de analfabetos que habitan en villas miseria. En Chaco y Corrientes hace algunos años se ha comenzado a hablar de los “Rompehuesos”.
EN ACCION
Según investigaciones en el centro del país, los rompehuesos hasta llegan incluso a montar escenas completas, en las que quien será acusado luego, se entretiene para ser sorprendido -comúnmente automovilistas- por alguien que “se le hecha encima”. “Aunque las consecuencias de los impactos no sean graves, testigos alrededor de la escena dicen lo contrario, presuntamente estos también forman parte las maniobras”, se explicó a Momrandu.com.
En Buenos Aires, el fraude en ocasiones involucra a profesionales médicos que especulan con habitantes de asentamientos precarios.“Les pagan una suma mínima por quebrarle algún hueso, principalmente en las extremidades”, sostiene un reporte policial. Según casos analizados, llevan a “la víctima” anestesiada a un lugar donde le fracturan las piernas o un brazo y luego lo llevan a un médico que certifica las lesiones.
A cambio del trauma, los abogados exigen a las aseguradoras pagos fundamentando que sus representados han sido presas de uno de sus clientes. En Chaco y Corrientes, abogados aseguraron a Momarandu.com haber recibido informes de operaciones de este tipo.
EN CRECIMIENTO
Las aseguradoras sostienen haber pagado por litigios perdidos con motivo en este tipo de hechos desde 1.600 hasta 40 mil pesos. Las denuncias, señalan, se han incrementado abruptamente en los últimos años. En 2003, estudios privados estimaban que el 15% de los siniestros que pagan las aseguradoras eran fraudes, lo que implica unos $675 millones de pesos al año.
Según datos de la Superintendencia de Seguros de la Nación el total de dinero pagado de siniestros de este tipo alcanzó entre 2006 y 2007, los 2105 millones de pesos. Sólo en el ramo “automotor” se estima que se han pagado unos 210 millones de pesos en siniestros fraudulentos en los últimos años. “El incremento se trasladó directamente a las cuotas de los clientes”, sostienen las aseguradoras.
Cabrían entonces repasar los mandamientos de un dogma ya clásico: “No robarás, no matarás, no le desearas la mujer de tu prójimo”, pero ¿mentirle a una compañía de seguro?. En algunas sociedades, como en la norteamericana, “mentirle a la aseguradora” según encuestas nacionales cuenta con el consenso de hasta el 35% de la sociedad.
FUENTE: www.fasecolda.com
¿Cuánto cree que vale su dedo roto?, seguramente no lo había pensado. Pues ellos sí. Se trata de "los Rompehuesos", médicos y abogados denunciados en todo el país por simular accidentes para cobrar luego grandes fortunas a las aseguradoras. Algunos los creen “unos avivados”, otros se refieren a ellos ya como “una mafia”; lo cierto es que hasta operan en Corrientes.
Lejos han quedado las profesiones dignas. Si en algún momento pensó que especializaciones como las de medicina o leyes podrían alejarlo de las “malas costumbres” se equivocó. Hoy, hasta médicos y abogados son denunciados en todo el país por engañar "al sistema" y hacerse de grandes partidas de dinero simulando accidentes sobre los que las cortes fallan a favor de las supuestas víctimas, sus representados.
Los más preocupados por la proliferación de esta "nueva profesión" obviamente son los abogados defensores de las aseguradoras que tratan de probar sin éxito tamañas farsas, pero al fin deben pagar. Y entre discusiones, el rango de acción de este tipo de hechos se expande poco a poco por el norte argentino.
En Córdoba ya la llaman mafia y en Buenos Aires la asocian a redes de estafadores de analfabetos que habitan en villas miseria. En Chaco y Corrientes hace algunos años se ha comenzado a hablar de los “Rompehuesos”.
EN ACCION
Según investigaciones en el centro del país, los rompehuesos hasta llegan incluso a montar escenas completas, en las que quien será acusado luego, se entretiene para ser sorprendido -comúnmente automovilistas- por alguien que “se le hecha encima”. “Aunque las consecuencias de los impactos no sean graves, testigos alrededor de la escena dicen lo contrario, presuntamente estos también forman parte las maniobras”, se explicó a Momrandu.com.
En Buenos Aires, el fraude en ocasiones involucra a profesionales médicos que especulan con habitantes de asentamientos precarios.“Les pagan una suma mínima por quebrarle algún hueso, principalmente en las extremidades”, sostiene un reporte policial. Según casos analizados, llevan a “la víctima” anestesiada a un lugar donde le fracturan las piernas o un brazo y luego lo llevan a un médico que certifica las lesiones.
A cambio del trauma, los abogados exigen a las aseguradoras pagos fundamentando que sus representados han sido presas de uno de sus clientes. En Chaco y Corrientes, abogados aseguraron a Momarandu.com haber recibido informes de operaciones de este tipo.
EN CRECIMIENTO
Las aseguradoras sostienen haber pagado por litigios perdidos con motivo en este tipo de hechos desde 1.600 hasta 40 mil pesos. Las denuncias, señalan, se han incrementado abruptamente en los últimos años. En 2003, estudios privados estimaban que el 15% de los siniestros que pagan las aseguradoras eran fraudes, lo que implica unos $675 millones de pesos al año.
Según datos de la Superintendencia de Seguros de la Nación el total de dinero pagado de siniestros de este tipo alcanzó entre 2006 y 2007, los 2105 millones de pesos. Sólo en el ramo “automotor” se estima que se han pagado unos 210 millones de pesos en siniestros fraudulentos en los últimos años. “El incremento se trasladó directamente a las cuotas de los clientes”, sostienen las aseguradoras.
Cabrían entonces repasar los mandamientos de un dogma ya clásico: “No robarás, no matarás, no le desearas la mujer de tu prójimo”, pero ¿mentirle a una compañía de seguro?. En algunas sociedades, como en la norteamericana, “mentirle a la aseguradora” según encuestas nacionales cuenta con el consenso de hasta el 35% de la sociedad.
FUENTE: www.fasecolda.com
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