BASES TEÓRICAS DE LA GRAFOLOGÍA
“La escritura es la fotografía de los movimientos cerebrales
y delas reacciones nerviosas; en una palabra, escribir es fijar en el papel una
serie de gestos menudos”
La Grafología se basa en el hecho
de ser la escritura manuscrita el registro de una serie de movimientos que,
realizados por la mano, se plasman gráficamente en un soporte, que generalmente
es el papel. Estos movimientos responden a las órdenes que emanan del cerebro,
órgano principal del sistema nervioso. Pero hay que tener en cuenta que en ese trayecto
cerebro-mano, hay otros elementos que van a influir en la escritura: médula
espinal, músculos, huesos, tendones, nervios, y también vasos sanguíneos que
dependen de los movimientos del corazón y de los pulmones.
Así, la Grafología no es sólo el
estudio de la escritura en su inmovilidad, sino ante todo en su dinamismo y en
su móvil y cambiante vitalidad. Para proceder al análisis grafológico, es
indispensable tener a la vista documentos adecuados y asegurarse de que han
sido escritos en estado normal, o mejor aún, reunir varios de la misma mano. No
convienen los manuscritos a lápiz, porque éste deforma un tanto los rasgos, redondeando
los ángulos y suprimiendo los gruesos y perfiles. Conviene más a escritura original
que una copia.
Además de esto, hay otros
factores que intervienen en la escritura, como el estado de ánimo, emociones,
temperatura, etc.
En la escritura consideramos
siete especies o aspectos gráficos: Tamaño, Forma, Presión, Dirección,
Velocidad, Continuidad y Orden
Estos aspectos y sus
correspondientes sub aspectos conforman el Ambiente Gráfico, que puede ser
positivo o negativo. Será positivo cuando los movimientos gráficos muestren
armonía y equilibrio a lo largo de todo el escrito, y será negativo cuando sean
arrítmicos e inarmónicos. A título de orientación citaremos algunos de los sub aspectos
gráficos y su interpretación para facilitar la comprensión de la forma de
iniciar un análisis grafológico
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