La evidencia
es una muestra certera, concisa y verificada obtenida de una investigación. El término se puede percibir como más genérico, es decir, adaptado a muchos campos de la vida
cotidiana y el estudio científico, sin embargo es más fácil relacionarlo con la
materia criminalística porque es lo que más se interpreta en el ámbito de procedimiento investigativo.
La evidencia es aquella
prueba que se recolecta en una escena del crimen o de hechos punibles que sirve para esclarecer un caso delincuencial
previsto en el sistema penal acusatorio, código General del proceso y otros dentro de la normatividad o legislación colombiana, que se estudia en un proceso judicial. También
conocido como indicio, el material de evidencia de un caso criminal sirve para
determinar a través de estudios de dactiloscopia y otros elementos probatorios
del elemento de conducta que infrinja la ley como ciudadanos o corporativos,
cual pueden ser los principales actores involucrados en el hecho directamente.
Por lo general, las evidencias son manchas, huellas, el arma o herramienta que se
utilizó para cometer el delito entre otras.
Al adaptar el término
evidencia a la vida cotidiana nos encontramos con un uso un poco más versátil.
Su etimología nos dice que proviene del latín “Evidentia” que quiere decir
“Claro, descubierto”. La evidencia es un conocimiento, quien “Queda en evidencia”
demuestra su verdadera intención porque muestra a los interesados lo que tenía
oculto. Evidenciar algo es una forma de demostrar, de hacer valer con hechos,
testimonios o pruebas verdaderas lo que se está diciendo.
Un objeto evidente es
aquel que no se puede ocultar, no se puede negar su existencia, la sintaxis
cerebral de la persona reconoce su presencia, lo evalúa y determina que es y
para qué sirve. Como un elemento crucial en una investigación, las evidencias
son tomadas con gran relevancia porque con ellas se puede determinar el
resultado de una investigación.
FUENTE: DIRECCIÓN OPERATIVA
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