ÁLVARO GÓMEZ HURTADO no fue
Presidente de Colombia, pero siempre habló y escribió, y siempre sus
conciudadanos se dirigían a él como si lo fuera. O como si lo hubiera sido. Tal
era la seriedad y profundidad de las ideas que planteaba, y la manera como lo
hacía. Nunca se le oyó decir trivialidades.
Fue en verdad un hombre del
Renacimiento, siendo al mismo tiempo intensamente moderno. Sus aficiones u
oficios intelectuales -además de la política- fueron variadísimas; fue uno de
los historiadores más agudos que ha tenido Colombia (su libro “La revolución en
América”) es, por ejemplo, un clásico indispensable para entender la presencia
de España en nuestro continente durante trescientos años; practicó la pintura
con arrojo y acierto; fue un profesor universitario como quizá no hubo otro en
la segunda mitad del siglo XX, como bien lo recordamos quienes tuvimos el
privilegio de ser alumnos suyos; y fue, por supuesto, un periodista gigantesco.
FUENTE: DIRECTIVO DE INVESTISAN CIA SAS
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