El nuevo estallido
de violencia en Haití es muestra de un problema recurrente en todo el
continente. Evaluamos el estado de la seguridad ciudadana y los porqués de la
violencia en América Latina y el Caribe.
Son titulares que
se repiten: la violencia, los asesinatos y las masacres están a la orden del
día. Según datos del Banco Mundial, pese a que la población de América Latina y
el Caribe representa cerca del 9 por ciento del total del planeta, la región
registra más del 30 por ciento de los homicidios mundiales.
El último ejemplo
de esta sangrienta realidad es Haití, donde solo la semana pasada 89 personas
murieron en enfrentamientos entre pandillas que han paralizado una parte de la
capital Puerto Príncipe.
LA
VIOLENCIA HOMICIDA, UNA REALIDAD EN TODO EL CONTINENTE
Pero Haití no es un
caso aislado, ni una excepción. La violencia es la realidad con la que convive
gran parte de la población en Latinoamérica. Según el Balance Anual de
Homicidios de 2021 de la organización Insight Crime, un centro que investiga la
seguridad ciudadana en las Américas, en 2021 América Latina y el Caribe han
experimentado un aumento de asesinatos en casi todos los países.
Jamaica, con una
cifra de casi 50 asesinatos por 100.000 habitantes al año, lidera una vez más
la lista de los países más violentos. En Ecuador se duplicaron los asesinatos
en 2021, consecuencia también de los motines carcelarios de pandillas, los más
graves de su historia. El Salvador, Guatemala y Honduras siguen siendo algunos
de los más violentos de la región y si bien los homicidios disminuyeron en
México en 2021, el país superó los 30.000 asesinatos por cuarto año
consecutivo.
Chile, uno de los
países con las tasas de homicidios más bajas, este año está viviendo un
incremento significativo de la violencia. El último reporte de la Jefatura
Nacional de Delitos Contra las Personas cifra en 413 el número de víctimas de
homicidios hasta finales de junio de 2022, un aumento del 29 por ciento
comparado con el mismo periodo de tiempo de 2021.
América Latina y el
Caribe es la región con más homicidios intencionales del mundo. ¿A qué se debe?
MENOS
POBREZA, MÁS DESIGUALDAD
Si bien las causas
exactas difieren entre los países, sí se pueden encontrar denominadores comunes.
Héctor Hernández Bringas, investigador en Ciencias Sociales de la Universidad
Nacional de México, ha realizado diferentes estudios sobre el desarrollo de la
violencia en el continente sudamericano. Entre los factores para él cruciales
están la pobreza, la desigualdad y la disponibilidad de armas de fuego debida a
la operación de bandas criminales. Todo esto, dice Hernández Bringas, es un
"terreno fértil en el que las débiles o ausentes respuestas
institucionales fomentan el incremento de los niveles de homicidio.” Hernández
Bringas resume: "Mientras siga habiendo impunidad, habrá homicidios.”
CULTURA
DE LA VIOLENCIA
En esto coincide
Camilo Devia, docente en Relaciones Internacionales de la Universidad Militar
de Nueva Granada en Colombia. Devia dice que la debilidad del Estado de
Derecho, junto a la convivencia con la violencia durante los conflictos armados
y dictaduras del siglo 20, la recurrencia de estos hechos en los medios de
comunicación y la política de "mano dura” han causado un acostumbramiento
a la violencia, sembrando lo que él denomina una "cultura de la
violencia”. Según el investigador, esto no solo conduce a una conformidad con
el crimen, sino que, cambia las "lógicas de la violencia”, un fenómeno
visible en las situaciones en las que "el culpable no es el delincuente
que mata para robar el celular, sino el que iba por la calle hablando por
teléfono”, dice Devia.
Esto se ha visto
fomentado en algunas regiones por la tolerancia de grupos armados ilegales que
imponen con violencia un órden, generando en la población una sensación de
seguridad que el Estado no es capaz de dar.
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