Hacemos
un análisis ponderado de política internacional , sobre la situación del país Afganistán que lleva más de 40 años en guerra ininterrumpida
tras la invasión del ejército soviético a finales de la década del 70, en plena
Guerra Fría. La invasión soviética de Afganistán genera muchas repercusiones,
pero acá vale la pena resaltar por lo menos cuatro de ellas.
Primero,
el enorme flujo de voluntarios musulmanes que venían de todas partes del mundo
a combatir y realizar la yihad en defensa de la tierra islámica contra la
invasión soviética.
Segundo,
el apoyo militar brindado por el gobierno de Estados Unidos a muchos de ellos
con este propósito, en parte para evitar la propagación del comunismo por Asia
central y en parte para hacerles experimentar a los soviéticos un revés militar
equiparable al sufrido por los americanos en la guerra de Vietnam.
Tercero,
enormes caudales de dinero llegaron a Afganistán a partir del apoyo financiero
que recibían estas milicias de países como Arabia Saudita que, a través de su
influencia económica y religiosa, buscaban fortalecer a grupos armados rebeldes
que combatieran a los soviéticos, pero que también limitaran la expansión de la
influencia de Irán sobre la población chiita de Afganistán.
Finalmente,
allí surgen nombres tan emblemáticos como el de Osama bin Laden, quien era a su
vez de origen saudita y estaba encargado de coordinar esa fuerza de guerreros
voluntarios que se convertiría después en Al Qaeda.
Cuando
los soviéticos son derrotados abandonan Afganistán, y así también lo hacen
muchos combatientes yihadistas como Bin Laden. Sin embargo, el país experimenta
una guerra civil en medio de pugnas locales por el poder. Los talibanes salen
victoriosos y con el tiempo permiten el retorno de Osama Bin Laden y sus
milicias al territorio afgano, tras haber sido declarado objetivo militar por
la monarquía saudita. Allí se planificaron los atentados del 11 de septiembre
de 2001. Tras estos episodios, las fuerzas armadas de los Estados Unidos
invadieron Afganistán y mantuvieron su presencia en el territorio por casi 20
años.
Adicionalmente,
se provee un franco deterioro de las libertades sociales y políticas de la
sociedad afgana, especialmente de mujeres y niñas muy jóvenes, quienes habían
experimentado avances en su papel percibido en ciertos sectores de la sociedad
afgana. Ya antes los talibanes habían prohibido el cine, el teatro, la
televisión y la educación formal para niñas mayores de 10 años y que hoy vuelve
a ser reflejado en sus políticas retrogradas político-religioso coactando todos
los derechos del ser humano en esa región de Asia central, esperamos que la
ONU, haga un pronunciamiento o que acontecimientos se percibirán, pero lo más claro que en estos
momentos la comunidad internacional no tiene interés en el conflicto interno de Afganistán.
FUENTE: EDITORIAL DIRECTIVO INVESTISAN DICTÁMENES PERICIALES
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